El Mediterráneo nos deja hoy la posibilidad de refrescarnos un poquito, tras unos días de terral, de esos donde reina el aire acondicionado y dolce fare niente.
Esta cala mantiene sus aguas bastante claras, a pesar del escaso levante que se agradece, prefiero ir a por las olas y perder la vista en las aguas poco profundas, en lugar de gritar a por ellos con ínfulas patrioteras para ingerir cerveza como cierto personaje de una serie de TV, que me aburre por cierto.
Debo ser un rara avis que huye de la retransmisión de los juegos más importantes del siglo, por cierto: ¿qué juego ni que puñetas? profesionalización al máximo.
Cerca de estas aguas debió bañarse cierta bloguera que hoy está a muchos kilómetros de distancia.
Va por tí profe-blogera.
La mar y el blog te echamos de menos.
4 comentarios:
Definitivamente levanta el ánimo contemplar este paisaje y tienes razón, la vida se hace de estos momentos que son mucho más importantes y dejan huellas especiales en nuestra alma. Gracias por tu reciente visita a mi blog, y agradezco tu comentario. Con este paisaje se olvida toda tristeza, te lo aseguro.
Un abrazote...
Definitivamente levanta el ánimo contemplar este paisaje y tienes razón, la vida se hace de estos momentos que son mucho más importantes y dejan huellas especiales en nuestra alma. Gracias por tu reciente visita a mi blog, y agradezco tu comentario. Con este paisaje se olvida toda tristeza, te lo aseguro.
Un abrazote...
Se echa de menos a la profa, sí.
Muy bonita esta foto
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