viernes, 4 de julio de 2008

La Divertida Noche de los Zombies

LA DIVERTIDA NOCHE DE LOS ZOMBIES

Arturo Bettencourt tenia una amiga. Era una amiga de hacia muchos años, se habian conocido cuando ella estaba estudiando enfermeria en Madrid pero ahora solo hablaban por internet. Ella posteaba en un fotolog y el actualizaba siempre de 10 a 11 por que eran las horas en las que mas solia actualizar ella, un promedio de cuatro veces por semana. Naturalmente controlar esto era insano, pero Arturo Bettencourt lo solia hacer igualmente, habia adaptado su vida gracias a dios a ello.

Arturo era policia nacional. Le habian dedicado un caso sobre un hombre que robaba a viejas. El modus operandi era casi siempre igual: El hombre, de nacionalidad holandesa, solia actuar cerca del parque del retiro, y era partidario del tirón. Llevaba actuando tres meses pero no habian actuado hasta ayer, 7 de septiembre. Arturo contaba con tres hombres para desarrollar su plan y además, con una extraordinaria imaginacion que le venia de dios sabe donde. Asi que le dejaron continuar la operacion a su modo.

Cuando Nicholas Benthauser robo el bolso de aquella anciana mas bien hombruna con pañuelo a lo iraní, creyo que estaba de suerte y se dirigió al bar los Toneles a pedirse una tapa de sepia. No obstante cuando huia a traves de la carretera, se dio cuenta de que a través del cuero se desprendia un olor familiar

- Como! - Grito Schaffer, el jefe de policia - Que has puesto una mierda en el bolso del gancho? Y Timmy no puso pegas? o sea que en vez de poner un sonar como dice el protocolo has puesto un extracto de tu propio detritus?

- Un extracto no, una mierda entera, y huele a Kebab. - Respondio Arturo.

- Si no fuese porque eres infalible, Bettencourt, ahora mismo te degradaba a ver fotos pederastas por internet para, a traves de las I.Ps, detener a presuntos violadores infantiles

- Que mas quisiera yo, comisario.

Asi era, era un tio duro, con un sentido de la justicia un poco particular. Nadie le comprendia: los academicos porque se apartaba del codigo policial, los policias corruptos por que sus practicas eran poco practicas

Gwendolyn, la amiga por internet de Arturo, le habia felicitado por su cumpleaños. Felicidades, brother! le dijo. Ella solia decir que se querian como hermanos. El le respondio - Gracias sistah! Bonitos colores te has puesto para el fondo - Pero en realidad la foto de ella, que mostraba a una chica - Ella misma - En la cama, vestida con unas bragas y una bandera del Milán CF, se la puso mas dura que un cirio. Se la machacó pensando en que aunque le quisiese como un hermano toda la vida, si la pillaba dormida un dia en la casa familiar, a donde la iba a invitar en verano, se la iba a clavar mas ancho que largo aunque al dia siguente fuese un hombre marcado por la vecindad. Si se despertaba, que mas daba. El unico limite siempre ha sido y siempre será el codigo penal. Estas fantasias se le pasaron una vez eyaculó aunque no del todo. La prueba de que amas a una mujer es que sigues pensando en ella los 10 minutos siguientes a una paja.

Timmy era un chico legal. Su padre era poli, el se habia hechi poli. Toda su familia eran polis. Soñaba con un mundo mejor y sus estudios le habian dado eso. Por las tardes hacia pesas y dominadas con unos amigos y leia comics de ciencia ficcion. Guardaba siempre una recortada bajo el fregadero y su padre estaba muy orgulloso de el. Llevaba un año casado y su mujer nunca le habia practicado una felacion, pero realmente lo que nadie sabia era que él habia hecho el amor con una egipcia. Si, en sueños se trasladaba al antiguo egipto, a una antigua dinastia donde reinaba el faraon Rapnathemoth, y su esposa, Nimuhé, violaba a Timmy junto a su criada. Nimuhé era pelirroja (por eso habia llamado la atencion del faraón) y hablaba en antiguo egipcio, pero en aquellos sueños podia entenderlas, aunque al despertar se sintiese confuso y atorado. En aquellos rituales usaba una extraña daga de hoja serpentina, que aunque no lo creais, usaba dando un gran placer. Entre cortes y palabras ignotas, el cumplia, y siempre se levantaba con preguntas nunca hechas. No tardo en quedarse embarazada, y, aunque en sueños, Timmy sabia que era real. Habia tenido una hija 321 años antes de cristo.

Schaffer tenia una hija, y un hijo tambien. Solia llevarlos a la cancha de la Pinada, una urbanizacion cercana, mientras el se tomaba una cerveza y les veia jugar. Ahora todo habia cambiado: le habian diagnosticado una cirrosis, y durante un tiempo habia dejado el negocio. Durante un tiempo? para siempre queria decir. Solia bromear con un anucio de television, un gel de ducha que decia que donaba una parte de sus fondos (no especificaba cuanta, pillines!) a una fundacion contra el cancer de piel. - No sera el de piel el que me lleve! - decia Schaffer, dando caladas a su cigarrillo. Nadie reia en su casa en esos momentos, junto al balcon. Nadie compartia su sentido del humor. Deberia estar en el bar, con los chicos. Ellos si se reirian. - se decia.

El robabolsos del retiro era escurridizo el muy mamon. Desde entonces, se habia tomado lo de la mierda como advertencia y rondaba segun testigos ( los testigos siempre eran indefectiblemente viejos tocapelotas) el barrio de Lavapies. Arturo era supersticioso y ir a un barrio con la palabra pies le tocaba las pelotas. Durante esa operacion se dedicó a mandar a sus hombres a investigar vestidos de guiris viejas y a comer tortilla de champiñones y tomar cañas en el Bar. El comisario apenas notó estas practicas ya que confiaba ciegamente en el instinto policial de Arturo Bettencourt que tan bien habia funcionado en el pasado. El solo habia arrestado a mas de diez punkis vendedores de cerveza, a mas de 7 jovenes sin camiseta y a un famoso terrorista islámico. El agente Bettencourt era verdaderamente un hombre capaz.

Schaffer en su casa se sentia nervioso. Necesitaba hacer algo. Llevaba 2 meses sin probar un trago. Era posible, siempre y cuando no dejase diez minutos abandonado aquel puzzle, un juego (se puede considerar juego un puzzle?) que representaba la libertad guiando al pueblo, de Eugène Delacroix. No pudo mas y bajo hasta un almacen pasada la estacion donde guardaba 72 cervezas. Las habia incautado a un pobre joven en una escapada a la playa. Cogio una y se la bebió caliente. Cogio diez mas y le parecieron pocas. No cabian mas en la bolsa. Salió a un descampado en un fuerte sol de otoño. Fue entondes cuando un rayo procedente de otro planeta cayo sobre el. Fué como un rayo de dibujos animados; tuvo tiempo de pensar en lo extraño de todo aquello, que nadie lo viese. No volvio a pensar en nada mas. Si alguien lo hubiese visto, hubiese visto como le rodeaba un halo verde, como su silueta se convertia en negra, en blanca, en negra otra vez, durante aquel rayo sin nubes. Comenzo a subir, camino a su casa, con unos pasos alterados, como de rana. Sus facultades no eran del todo humanas. Sus Necesidades iban mas alla de toda moralidad. Aun asi, aun pudo sacar las llaves del bolsillo y encontrar la que abria su portal.

Nace Nimuhé II, en el antiguo egipto. Los sacerdotes profetizan una maldición que se propagará durante toda la eternidad: Los antiguos dioses duermen y algun dia remoto despertaran y causaran el mal desde su primer minuto de vuelta a la tierra, pero nadie dañara la estirpe de la reina. Así esta escrito y asi será, por los siglos de los siglos.

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