Ocio frente a arqueología industrial
Mientras media Andalucía y parte de la Península se dan cita feliz en la aldea del Rocío, donde se alquilan casitas por el módico precio de 6.000 euritos la semana (mínimo), allí donde los empresarios del ladrillo lucen el último modelo de 4X4 a la par que se quejan de lo poco que les apoya este gobierno canalla, mientras ellas llevan todo un arsenal de trajes de corto, el nómada -poco dado a esa farándula- se sumerge en la rutina de su particular sabat: visita a las playas de la Misericordia, que lucen semidesiertas con su pareja de chimeneas remozadas, sobre todo la más elevada más conocida como Mónica, ya que alguien tan atrevido como enamorado se "encalomó" a ella y pintó en vertical el nombre, se supone de su pareja.
Dejo fluir mi imaginación a la deriva, para terminar con las habituales compras de frutos de la mar en el mercado, hasta el cual llega la presión de la demanda de los devotos de la divina pastora, el pescadero me pide muy ufano 84 euros por el kilo de carabineros, con lo cual apuesto por mis queridas conchas finas que a estas horas ya se cotizan a 2,50 €/kilo, que ingeridas vivas con limón son bocato di cardinale. Para contraste una aceitunas aloreñas aliñadas con su toque de salmuera, ajos, hinojos y tomillo de monte.
En mi rincón brindo por los del polvo del camino, ocupados como andarán en su fervorosa, devota y pía peregrinación.
2 comentarios:
Ironia y descripción narrada.
Como disfruto leyendo cosas así!!
;-)
natural, sencillo... pescadero ufano jajajajja
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