Zarpó de noche más al Sur para arribar a esta playa, cargada de sueños moldeados por la TV vía satélite, que encandila las mentes de quienes no disponen de otro futuro, que el que Alá depara a un continente marcado por la explotación. Por cada ilusión de sus ocupantes: comprar una casa, la boda de su hija, su pequeño yendo a la universdad... decía que cada una floreció en esta patera, ahora arrimada a un chiringuito, tan vacío como el bolsillos de los espaldas mojadas, que lo mismo pasan más tarde, ofreciendo como sombras de sí mismos quincalla o unos dvd piratas que una mafia casi esclavista les coloca como único salvavidas.
Mientras haya regímenes dictatoriales que laminen a la ciudadanía habrá pateras y sueños, que tal vez tras tocar tierra se tornen pesadillas.
2 comentarios:
«Si las puertas de la percepción se abriesen, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito.»
Alguien debió cerrar dichas puertas y luego perder las llaves.
Saludos.
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