Porque estaba harto de ser un marinero que sólo ve pasar tantas veces el mismo puerto ante la borda de su mismo barco, se dejó seducir por una realidad virtual en un juego de espejos, esa que le asaltaba cada noche en su estrecho camarote compartido con gentes de cuyo idioma no entendía un palote, saltó de la segura barcaza de lo cotidiano para subirse a un sueño lleno de velas al viento de la utopía para descubrir lo caricias del atardecer, para no tener que echar más anclas ni maromas en lo conocido, para surcar rumbos nuevos sobre olas vírgenes.
Porque las sirenas sí eran sus favoritas, ellas le hablaron de otros mundos que al menos quiméricamente podrían transformar la aplastante linealidad de su vida. Mostró su cartilla de marinero y fue admitido en el rol del absurdo.
Con la siguiente marea a las 06:15, cuando una parte de la ciudad se despereza zarpó nuestro hombre buscando su propio puerto.
Porque las sirenas sí eran sus favoritas, ellas le hablaron de otros mundos que al menos quiméricamente podrían transformar la aplastante linealidad de su vida. Mostró su cartilla de marinero y fue admitido en el rol del absurdo.
Con la siguiente marea a las 06:15, cuando una parte de la ciudad se despereza zarpó nuestro hombre buscando su propio puerto.
(Continuará)
3 comentarios:
pues el comentario del capullo de ahí arriba no es muy agradable...
jejejjeje sip sip, continuará... pero que haces que no lo has colgado ya??? coño, calla, que estamos de puenteeee
A veces dar el salto adecuado no es sencillo... Es la voluntad resorte para el destino... pero tambien la suerte!
(eliminar primer comentario!!! Es para filtrar troyanos)
Ya está eliminado el comentario ese sin sentido. Gracias.
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