"Soneto religioso"
A través de las sombras del camino,
contemplo el corazón con añoranza,
diciendo está que no pierda esperanza
de encontrar cierto mensaje divino.
Mientras, -en el parque-, bebo el vino,
pensando como llenaré la panza;
defendiendo mis ideas con ultranza,
meditando, sentado, bajo un pino.
Que mis ideas están para la pobreza...
y quieren gritarle a todo el mundo
lo que el corazón le dicta a la cabeza.
Que el camino no está en la riqueza,
sino en despertar sentido profundo
por todos los hermanos es la fuerza.
A través de las sombras del camino,
contemplo el corazón con añoranza,
diciendo está que no pierda esperanza
de encontrar cierto mensaje divino.
Mientras, -en el parque-, bebo el vino,
pensando como llenaré la panza;
defendiendo mis ideas con ultranza,
meditando, sentado, bajo un pino.
Que mis ideas están para la pobreza...
y quieren gritarle a todo el mundo
lo que el corazón le dicta a la cabeza.
Que el camino no está en la riqueza,
sino en despertar sentido profundo
por todos los hermanos es la fuerza.
¡OH, mi bella amada! ¡OH, mi dulce amor!
¡Qué de puras brillan enamoradas
nuestras almas en el mar reflejadas
y en el corazón nuestra rojiza flor!
¡Ay, mi luz, mi sol, sincero y puro amor...!
Nuestras almas al alba iluminadas
forman un rosal de espinas clavadas
en nuestros cuerpos hastiados del ardor.
Ardor, llama de aire, fuego del infierno
que ardes despertando a la hora en punto
en que nuestros cuerpos viven sus deseos.
Y así, conducimos al sueño eterno...
el candor de nuestro hálito conjunto
fundidos entre los cálidos besos.
"El amor que no llega nunca con tiempo."
El amor que no llega nunca a tiempo,
mi alma como un rayo que no cesa,
escribiendo con suspiros lo que siento,
con la sangre lo que al pecho pesa.
La soledad cuenta porque no miento,
que esperando por ver a quién besa,
está muriéndose entre sufrimiento,
ahogada en vaso de vino sobre mesa.
Hablan mis ojos de verdades sinceras,
que derraman lágrimas en los mares
de los sueños que sienten mis maneras;
maneras que recuerdan mis flojeras
todos los días de estos despertares
en que recuerda mi pecho lo que eras.
1 comentario:
¿Cero comentarios? ¡Joder! Qué poco baja la peña la ventana para leer las cosas de abajo. En fin, si me da igual, pero es para fliparla.
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