Se recomienda la previa lectura de los otros post bajo el título Seres Dormidos.
-Quiero que hagamos una promesa ¿Vale princesa?- asintió pues ella, cobijándose en tanto con las sábanas de florecillas descoloridas, carcomidas por el uso –porque sabes que eres una princesa ¿Verdad ratona?
-Sí- musitó
-Y las princesas valientes, valientes, valientes como tú, aguantan su dolor y su rabia hasta que son mayores y pueden huir…
-¿Adonde?-interrumpió
-…Donde ellas quieran-pausó, se volvió para analizar las sombras pétreas que se encontraban tras la puerta entornada, todo estaba en calma- como yo, mi cielo
-¿Cómo tú?
-Sí, princesa, sí…-acariciándola torpemente la cabeza, extendió su brazo y cogió un cigarro del paquete situado en la mesa contigua de madera antigua, desgastada por la inmensidad de los años de uso, reciclada del cubo de la basura, sin restaurar, junto a una lamparilla que difundía una luz tenue- verás cielo, voy a serte sincera… me marcho, me voy.
-Pero…
-¡No hay peros que valgan Aidé y déjame hablar!- exclamó irritadamente, con cólera y rabia, con distorsión por la ingesta de una ginebra con soda; dándose cuenta de ello, retomó la compostura, ahora directa y contundentemente, dijo- Si Víctor te pregunta por mí, le dices que no sabes nada, na-da ¿Entiendes?- fumó de su Ducados- me marcho porque estoy cansada, muy cansada… de todo y de todos, también de ti, porque eres una niña mala, ma-la y mal educada- frunció el gesto- está bien- se retocó el pelo, un pelo repleto de suciedad, mugriento y sin peinar- tú tienes la culpa de todo y a la vez de nada, ¿Pero cómo vas a ser consciente de esto si eres una cría?
-Lo sé… siempre me lo dices, yo nunca debería de haber nacido
-¡Chica lista…!-fumó de nuevo, mirándola con asombro- sigue así de espabilada que seguro que te va mejor que a mí, si…sí-meditó- se valiente, aguanta todo lo que tengas que aguantar a Víctor y cuando puedas, vuela, vuela… -repitió con cierta musicalidad- y ten bien claras tus metas, que nadie te pare nunca ¿Entiendes? Recuerda que caerse está permitido, pero levantarte ha de ser obligatorio.
-Sí- un silencio, un silencio que daba por entendido que Aidé no era tan inocente como parecía, que sabía perfectamente que su madre se marchaba no por ella, ni por su padre, si no, por el simple hecho de haber encontrado a otro hombre, el mismo que pagaría todos sus vicios, todos y cada uno de sus caprichos, que le alejaban de una realidad que no había querido nunca asumir; lo habitual hubiese sido que no se desarrollara tal escena, el huir sin dejar pista, ni un rastro –y mucho menos una conversación con una niña que pronto hablaría- pero la tragedia con tintes de demencia, era su punto fuerte.
-Te quedas solita mi amor- pronunció con saña, con perversión- Estela se viene conmigo
-¡No!- chilló incorporándose de la cama- ¡No!
-¡Callateee!- y así de nuevo la cólera, el odio que llevó a empujarla hacia atrás, golpeándola con el cabecero… la niña contuvo sus lágrimas, sollozando interiormente, ocultándose bajo las sábanas inútilmente- ¡Sabes que todo esto es por tu culpa! ¿Quién te ha mandado venir a mi vida? ¿Quién, eh? ¡¿Quién?!- diciendo esto había cogido el cenicero, golpeándola y una y otra y otra vez- ¡De haber podido abortar lo hubiera hecho! ¡Lo hubiera hecho! ¿Me oyes estúpida niñas? ¡¿Me oyes?!
-Déjame por favor, déjame…- pronunciaba mientras intentaba esquivar los golpes nulamente, acurrucándose, protegiéndose de forma fetal- déjame…
Y de repente, salir de la obcecación, quédose paralizada un instante, mirando con ojos desorbitados el cenicero en su mano, la ceniza y las colillas desparramadas por el suelo, la colcha, la manta de florecillas, la copa tirada sobre la moqueta… escuchándose desde el salón a la otra criatura llorar.
-Yo nunca he querido hacerte daño, yo nunca he querido hacerte daño…- negaba con su cabeza mientras retrocedía, desbordada, angustiada, tiró el cenicero al suelo y salió de la habitación; sin más, se marchó, última relación con el útero materno.
3 comentarios:
Crack, eres una crack! Besitos lindos y húmedos.
Duro con ganas, ¿eh?
Saludos.
Por diversas razones, me he quedado ko.
UNA PELI DE TERROR
JAMON
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