¡Malditos sean tus descabellados ojos
de cuervo, hiena y hermosa serpiente,
corazón helado de escarcha mente,
hielas los intentos de mis besos rojos!
Respondes mis gestos con los enojos,
y muriendo estoy por darte simiente;
desdeñado me siento tristemente
si fría eres a mis atentos con despojos.
Mujer, eres de sangre fría, congelada,
de pocos besos y gélidas manos,
sin tu amor, la vida sabe poco o nada.
A tientas y a sabiendas, musa helada,
te confío mi genio y corazón sagrados
en mis versos de alma desventurada.
3 comentarios:
Muy acertada la métrica y rima del poema, pero es para salir corriendo cuando aparezca la mujer esa.
Saludos.
nada, pienso que tus versos son desangelados... como tu con mi prosa sucia...jejejjeje
Me ha encantado...Felicidades.
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