sábado, 12 de enero de 2008

Boliche

Todo comenzó una mañana de Domingo lluviosa, de Enero. Mi perro y yo salimos fuera. El, cada mañana, salía conmigo a comprar el periódico y a hacer sus necesidades. El y yo éramos uña y carne. Lo hacíamos todo juntos, lo único que nos faltaba era follar. Pero esa es una línea que nunca cruzaría.
He tenido novios. Más guapos, más feos. Y ninguno de ellos a durado más de dos días conmigo desde que ha venido a mi casa y han conocido a Boliche. No lo entiendo, si es un perro encantador. En cuanto hacía las pertinentes presentaciones, ellos, salían por la puerta, y no volvían nunca más. Y claro, yo siempre he dicho que Boliche está antes que cualquier hombre en mi vida. Vaya, que antes de amarme a mi, la persona que se quiera quedar conmigo, tiene que amar antes, a mi perro.

Boliche es encantador. Solo hay que mirarle fijamente a los ojos para darse cuenta de que es un perro único y exclusivo. Lo compré una tarde que salía de rebajas, mañana hace 1 año, que comparto mi vida con el. Nos compenetramos, el no pide más que comida, caricias, y salir a pasear. Y yo solo pido un poco de cariño: solo eso.
Haría cualquier cosa por el, porque sé que el también haría cualquier cosa por mi.

Como decía esa mañana de Domingo salimos juntos, a pasear. El tenía que hacer sus necesidades urgentemente. Las hizo. Y cuando me dispuse a coger su delicada mierda, con una servilleta, alguien me dio dos golpes en la espalda, me giré. Eran dos chicos de unos 15 años cada uno, sus palabras fueron: "¿De donde ha sacado ese perro tan feo?".
Quede blanca.
Siempre he dicho que sería capaz de hacer cualquier cosa si alguien insulta a Boliche, o intenta hacerle daño. Boliche no es feo -les contesté a los chicos-. Ya, la fea es usted por tener un perro tan feo -respondieron ellos, riéndose-. Entonces me encendí, cogí el extremo de la correa de Boliche, y lo até a una farola. Los chicos le tiraban piedras, tanto a el, como a mi.
Yo me iba encendiendo más y más.
Así que me dejé, dejé que me tirase todas las piedras de este mundo. Y cuando tuve la oportunidad me acerqué a ellos, y a uno de ellos le restregué en toda la cara, la mierda de Boliche que justo en el momento que aparecieron recogía yo del suelo. El otro chico salió corriendo, pero el otro, con toda la cara manchada, gritaba. Ese día no pasaba casi nadie por al calle. Así que empujé al chico contra la pared. Y empecé a tirarle piedras, gritándole: feo, feo, feo, feo, feo... cara de mierda, hueles a mierda, das asco, y un largo, etc.
Boliche parecía que disfrutaba con la escena, y yo más feliz aún.
El chico pedía clemencia. Me quité los zapatos de tacón que llevaba, y les hice al chico que se los pusiera. Se los puso, lloriqueando como un bebé. ¿Qué ahora no nos insultas , eh? -le gritaba-.

La pena de todo esto fue que un policía me detuvo. Me llevaron al cuartel, a que contase todo lo que había hecho. Les conté la historia: que esos chicos se habían metido con Boliche. Me preguntaron que quien es Boliche. Les dije que mi perro. Se rieron de mi. La justicia se ríe de ti en vez de ayudarte. No tenemos justicia.
Me condenaron a 6 meses de cárcel, por pegarle a los chicos. Y un largo etcétera.
Solo pedí una cosa: que Boliche me pudiese visitar los fines de semana.
Los policías se rieron de nuevo.
Ahora estoy en la cárcel. Mi psiquiatra dice que esto no es la cárcel que esto se llama: CENTRE PSICOTERAPIA BARCELONA, S.A.
Y que Boliche vendrá a verme, que no me preocupe.
Ahora, estoy más tranquila.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad es que lo que cuentas, hasta el momento en que llegas al final, a lo que dice el psiquiatra, es también posible como comportamiento de alguien sin mayores problemas mentales

si los niños te tiran piedras, hay que defenderse, ¿no crees?, y de verdad que a veces hay venganzas deliciosas cuando la ofensa fue por puro vicio de hacer daño sin necesidad

:)

amor

solo joe dijo...

fijate, no es que boliche sea feo, es que tiene una pinta de gay (y esa camisita no ayuda).

Alex dijo...

No te preocupes, tu pequeña locura tiene remedio, ya lo verás. Sin embargo, la gilipollez aún no tiene cura conocida, así que esos chicos deberán sufrirla durante el resto de sus perras vidas.

María (luna) dijo...

E igual...Muy bueno el post, me has dejado catatónica...

Ja,ja,ja...Un 9,5

Anónimo dijo...

Me quedo flipado.... pero me ha encantado, está muy bien, eso de restregarle la "mierda" al chico por la cara... y un largo etcétera.

PD: ¿Quién está cuerdo y quién está loco? No creo yo que por estar ahí dentro estés peor que la gente que "creemos" estar fuera