Vagando

Me asomo a una calle sin rótulo que desciendo, no hay más almas que las descarriadas ni más luces que las ajenas, vagando por esos pasadizos encontré unas pocas y con litros de vida, charlando nos vino a buscar la mañana, trabajadores de cuello azul y últimas rebajas se apuran camino de la oficina para gestionar importantes papeles.
Dejo que el motor del día zumbe pasado de vueltas, mientras me retiro con la conquista de la noche a tomar un sorbo de aire fresco y enredarme en las sábanas de la nada a resolver cábalas imposibles sobre falsos cimientos, cuando llegue la hora bruja saldré de nuevo en busca de otro fantasma cargado de razones para existir en algún plano.