Tras la marcha de Lorena, mi vida dio un giro innecesario, buscado también realmente, el que por las noches me viera acosada por voces, por llantos de seres invisibles –lo cual daba que pensar, o me estaba dando otro chungo esquizo o realmente iba para médium- más, la frase cómica de Madame Bovary en labios de Judith, con su “Charles, Charles, ¿Esto es pasión?” Hicieron replantear mi existencia inútil, satélite de los excesos y del sexo, por qué mentir. Me di una oportunidad, por así decirlo, antes de volver a los pies de un médico de cabecera que me recetaba fármacos sin ton ni son, los cuales, evidentemente, yo consumía cuando me apetecía mezclados con alcohol; así que me propuse hacer una vida medianamente sana y probar con un hombre más allá de la tercera jornada de polvos.
Afortunadamente, la chiquilla se había portado bien conmigo, pues me había dejado su agenda de amantes a total disposición, una estupidez, pensarán, pero nada de eso existe en una mujer con unos dotes de aprehensión y te imaginación increíbles; así que cogí el móvil y el número de teléfono de ése escorpio veinteañero que supuestamente hacía milagros en la cama, quería convertirle en mi Doctor House particular, sabía que tenía un máster en ginecología ¿Por qué no arriesgar?.
“Feliz cumpleaños, usted ha ganado un vale descuento en polvos gratuitos correspondiente a la edad cumplida, oferta válida hasta final de mes, para cualquier pregunta, no dude en llamar al número emisor, gracias”
Le escribí por sms. Pese a saber que no era su cumpleaños, sabía perfectamente que, cualquier hombre en edad de merecer no tardaría en responder o llamar, a no ser que fuera virgen, puro y casto, o que tuviese novia, para mi desdicha, pero si era examante de Lorena, todo quedaba descartado. En menos de cinco minutos, la Banda Sonora de Amelie, advertía que alguien me estaba llamando:
-¿Diga? – entoné cuanto más sensualmente pude.
-Jajajajja ¿Quién eres? Jajajja- reía el hombre de la voz agrietada ¿Seguro que era un veinteañero? - Siento decirlo…pero no es mi cumpleaños…jajajajja- el chaval se estaba descojonando en mi vivo oído ¿Había sido buena idea?
-Es igual hombre, la oferta sigue siendo válida- remedié, cielos, estaba realmente cortada y muerta de vergüenza, ¿Qué coño había hecho joder?- Cosas de la agencia.
-¿Qué agencia?- preguntó absorto
-La agencia que me he inventado para quedar contigo- respondí rápidamente llena de pavor; y entonces, ocurrió lo peor, lo esperado por otro lado, me colgó. Podéis imaginaros la humillación en la que me vi sumergida, pocas veces me rechazaba un hombre, pero admití que ese mensaje era digno de una piba que o bien era ninfómana o bien era grillada –que a fin de cuentas, es lo mismo- y que acojonaría en cierto modo, hasta al hombre más pervertido… No obstante, las ánimas me advirtieron, yo pensé que se cachondeaban de mí seguramente –taras de mi personalidad insegura-, un “Quedarás” me arrolló el cuerpo entero, cuando ya estaba ingiriendo un cóctel de relajantes musculares con alcohol –recalco que sólo actúan cuando estoy colocada-. Apenas comenzados los efectos, el móvil de nuevo sonó, era un mensaje, ¡Un mensaje por la Diosa!
“Jueves 20:30 en Callao, estaré leyendo a Irvine Welsh, cervecitas y luego se verá…”
Era increíble, encima leía, ¡Leía! Un hombre que cogía un libro en el mundo de Lorena era inusitado, aunque tal vez posible, porque el autor de libros como Trainspotting o Porno, era un clásico para aquellos que querían motivarse a ingerir drogas al siguiente fin de semana, poniéndose los dientes largos los días de diario y de paso dárselas de cultos, como aquellas que leían a Nabokov y su Lolita, para hacerse películas mentales con su siguiente amante… El tiempo apremiaba, debería de arreglarme soberanamente, pues estaba hecha un asco, llevaba dos semana parasitando en mi estudio.
1 comentario:
Diosssssssss...Ja,ja,ja.:Que interesanteeeeeee
Je,je
;-)
Esta parate me gusta más
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